Clase 3: ORATORIA. 18-09-17

Todo artista debe saber hablar en público.

Al realizar una obra, ésta posee la finalidad de ser vista. No tiene sentido pintar un cuadro o realizar una escultura para uno mismo; sino que el objetivo del arte es expandirse, ya sea para darse a conocer, para convencer o persuadir al espectador sobre cierto tema, o para su venta.
Por esto, el autor de la obra es necesario que se exponga, que sepa lidiar y conducir al público hasta la idea que quiere transmitir.
Muy buena idea por parte de Mª Jesús aprovechar una de las primeras clases para esto; enseñarnos comunicación verbal para así desarrollarla durante el curso.

Lo primero que debemos tener en cuenta es la imagen que damos en los primeros 30 segundos. Esa impresión queda grabada en el oyente y es muy difícil que cambie más adelante. El campo que se toca aquí es la Comunicación no verbal. Para ello es imprescindible llevar una vestimenta apropiada, realizar unos gestos naturales y no forzados, y una posición relajada pero formal; además de recorridos visuales durante la exposición. Respecto a la proxémica adecuada, varía según el tipo de audiencia a la que nos dirigimos; por ejemplo, no es lo mismo dar una conferencia en Japón, que cuidan más la distancia y son más respetuosos, que en España, más cercanos e informales.
El segundo aspecto a cuidar es la dicción. Implica la claridad, la velocidad con la que se habla, el volumen de la voz y los silencios necesarios que se deben tomar. En el caso de usar un micrófono, es necesario realizar un par de pruebas antes de la presentación.
El largometraje de El Discurso del Rey es un claro ejemplo en el cuidado de la dicción, por ello, os dejo por aquí el link de la escena de la terapia que hace el monarca


Por último pero no menos importante, la organización del discurso es primordial.
Se inicia con una breve presentación; quién eres, qué haces aquí y agradecer a las personas que te han brindado la oportunidad de estar presente. A continuación viene el nudo del discurso; se dice de lo que vas a hablar, expones con un apoyo visual (cada diapositiva dura 1 minuto) y apoyo escrito (tarjetas rígidas con letra grande y clara), y llegas a una conclusión. Y para cerrar se agradece al público la atención y el respeto que han mostrado.

Poseen el mismo esquema las presentaciones de 10-15 minutos, las ponencias de 30 o las conferencias de 1 hora. Y gracias a esta clase sabremos cómo afrontar todas ellas, con un poco de práctica antes, claro.

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